Los seductores lo saben: los pequeños detalles son la
diferencia entre las calabazas o la conquista, cuando hablamos de seducción.
Es un apartado que muchas veces olvidamos cuando tratamos de
seducir una mujer. Quizás no sea la principal arma de seducción pero sí una de
las principales causas por las que nos descartan.
Una correcta higiene personal, el pensar antes de hablar o
utilizar un tono adecuado de voz. No sabéis la de veces que hablando con
conocidas se han quejado de estas cosas y es que pensarlo un poco ¿Quién se va
a plantear algo más que un hola y adiós, con alguien que huele a tabaco por los
cuatro costados, dice la primera barbaridad que le viene a la mente o utiliza
un tono de superioridad? La respuesta es nadie.
Un aparte a parte lo ocupan las parejas estables. Si en la
seducción de una noche es importante cuidar los detalles, en la relación de
pareja es el pilar que la sustenta.
Basta salir a la calle y poner la oreja para darse cuenta que es la
principal queja de las mujeres. Se por experiencia que en ocasiones es un
autentico coñazo pero, si tienes el detalle de acordarte de aquella primera
cena o de tal paseo mientras tomáis un café o simplemente le alabas lo bien que
le sientan los pendientes (falda,
peinado, etc) se hace muy llevadero.
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