miércoles, 30 de julio de 2014

Las historias de seducción y su moraleja

La seducción también tiene sus historias con moraleja. Hoy quiero contaros una historia real y lo hago para que cada uno saque sus conclusiones que todos somos mayorcitos.
historias de seduccion

Ocurrió una  noche en un garito cualquiera. Tres hombre en la treintena, altas horas de la madrugada, música atronadora amalgama de distintos estilos y mucha, mucha gente. Los tres rondábamos por el local en busca de lo que pudiera surgir. De repente. Una rubia con algo más de media melenita, alta (rondaría el metro setenta) y con un minivestido transparente se sitúa en el centro de la pista de baile. Por si todo lo dicho hasta ahora no fuera suficiente se puso a bailar  de la manera más desenfrenada que os podáis imaginar.  Con todo el local viendo sus pezones y su tanga negro sucedió lo inevitable: una legión de moscones comenzó a rodearla y ahí empieza la historia.

La chica permitía que los moscones la rodearan pero que nadie la tocara, despreciando con un contundente empujón a todos los que se acercaban demasiado. Como no podía ser de otro modo mis dos colegas se acercaron y recibieron el correspondiente trato. Yo mientras me acodaba en la barra intentando hacer algo con una morena. Rechazados mis dos colegas no tardaron en volver a molestar. El caso es que me dieron la  noche: no solo me espantaron un posible ligue, sino que me tocaron las narices  con sus reproches a la rubia.

Expresiones como “mira la calienta po…, como provoca” “ será cabro..” ect salieron de sus bocas, mientras el espectáculo en la pista seguía. Harto de aguantarlos decidí preguntarles: y señalando a la rubia inquirí ¿Qué es lo que veis?  La respuesta de ambos fue algo así: una guarra, una cahonda, en busca de caña.  A lo que respondí: que así jamás ligarían con ella. Como podéis imaginar acto seguido me tildaron de listo y me animaron a que lo intentara. Lo primero puede que lo sea (todos tenemos cierto punto de pedantería)  pero lo segundo no se me paso ni por la cabeza (he estado con alguna mujer de este tipo y os puedo asegurar que el sexo empieza a partir del segundo o el tercero. Además de convertirse en un combate por saber quien domina a quien)  puesto que tras una alta ingesta de etílica sabia que no estaba a la altura. Sin mencionar en los líos que te puedes meter con toda esa testosterona suelta.

Bueno sigo. La habéis estado mirando más de un cuarto de hora como embobados y eso es todo lo que habéis sacado en claro, pues que bien. Les dije. Podéis imaginar sus respuestas. Por lo que añadí: primero es una mujer, no una guarr… es una mujer con criterio propio, que sabe lo que quiere y cómo lo quiere. Hoy quiere sexo y busca con quien tenerlo. Quiere alguien capaz de seguir su ritmo e incluso que le imponga su ritmo, algo que no será fácil porque esta dejando claro que es ella quien manda.   En ese momento teníais que ver la cara de los colegas una mezcla entre este tío está loco y escepticismo. Viendo que no me entendían continué.  Con una chica como esa cuando te empuja y retrocedes un centímetro esta muerto. No solo tienes que mantenerte firme, también tienes que actuar como ella: no hablo de devolver el empujon, pero una respuesta apropiada  sería algo así como “veo que la gatita tiene las uñas afiladas” (suena peliculero pero, tienes que dejarle claro que estas allí para jugar y jugar duro)  al tiempo que das un paso hacia delante plantándote delante de ella y como no hay nadie en este garito es capaz de hacer eso se va a ir a su casa sola, apunte como coletilla..

Mis colegas siguieron tildándome de listillo, con ese desprecio que da el haberlo intentado y ser rechazado hasta que la rubia se puso un sobretodo y se largo…. Sola.

Entenderme bien no quiero decir que a mi me hubiera ido mejor que mis compañeros si hubiese intentado ligar con ella  quiero dejaros claro que yo había sido rechazado por la morena en la barra (sí también me rechazan) pero en lugar de “cagarme” en la chica intente aprender la lección (creo que fui demasiado directo) y hacerles ver cómo encarar de otra forma a la rubia. No menos de una veintena de moscones lo intentaron y todos de la misma manera: acercando su rab.. al culo de la rubia mientras bailaba y uno tras otro fueron descartados por un empujón, respondiendo en algunos casos con chulería, no con autoridad que es lo que buscaba la chica. Estaba diciendo a gritos que pasaba de chulo pues podía tener uno de esos cuando quisiera, que buscaba alguien  capaz de jugar a quien manda.. Y pese a ver que no funcionaba uno tras otro hacían lo mismo. Lo triste de todo es que alguno con su orgullo de macho herido o por demostrar que era el  macho alfa montó trifulcas con otros moscones (me sorprendió que los de seguridad no hicieran nada, tan picajosos que se ponen en otros casos)  . Lastima de no haber estado hábil para grabarlo y colgarlo de YouTube.

Miedo me da publicar este artículo porque sé lo que pulula por internet y exponer las cosas tan crudas es hacer oposiciones a llevarme unas buenas críticas pero, confió en el buen criterio de mis seguidores y que sabréis extraer la moraleja de la historia .
 

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